Fabricados en polietileno de alta densidad y calidad alimentaria. Con tapa o sin ella, s/ modelo y tipo de elaboración a realizar.
Los moldes se utilizan para quesos no prensados de corta, media y/o larga maduración.
Las paredes y la base del molde pueden ir perforadas o ranuradas, según modelo.
Recomendaciones generales
- Imprescindible lavar los moldes antes del primer uso.
- Limpiar los moldes con detergentes adecuados y específicos para su limpieza.
- Supervisar el adecuado estado de los moldes
Los moldes de queso están construidos en polietileno de alta calidad y en buenas condiciones de uso y mantenimiento pueden durar incluso varios años, si bien, a pesar de su robusta construcción, su integridad se puede alterar con el tiempo de uso y otros factores.
Los usuarios deben estar atentos a cualquier señal de desgaste (desprendimiento de partículas, alguna grieta…) y valorar si se requiere la reposición de la pieza. En los casos de deterioro visible la sustitución debe ser realizada.
- Uso del paño
El paño, de fibras naturales, cumple varias funciones importantes en la tecnología quesera.
Si se sigue la técnica del auto escurrido, según sea el diseño del molde, el uso del paño puede ser más o menos prescindible. Esto es lo que ocurre habitualmente con los moldes ranurados que, por el tipo de cuajada y queso que van a albergar, y por la abundante cantidad de ranuras que llevan, pueden prescindir de paño. Sin embargo, haciendo uso de este utensilio se pueden conseguir otras cosas tanto de carácter estético (otro aspecto), como tecnológico.
Con los moldes perforados, es conveniente utilizar paño o tela de quesería de algodón, para un correcto desuerado final de la cuajada y formación de corteza, así como para evitar que la cuajada se pegue al molde, y para facilitar el desmoldeado, evitando que el queso se rompa.
En el caso de los moldes perforados, que se quieran utilizar para pastas no prensadas, se realizan perforaciones adicionales de 3 mm., en contorno y base, para facilitar la expulsión del suero de la cuajada. Se pueden realizar de mayor tamaño, bajo solicitud del cliente. La elección de adquirir la tapa depende del tipo de queso a elaborar y del proceso de elaboración de cada productor.
Recomendaciones generales
- Imprescindible lavar los moldes antes del primer uso.
- Limpiar los moldes con detergentes adecuados y específicos para su limpieza.
- Supervisar el adecuado estado de los moldes
Los moldes de queso están construidos en polietileno de alta calidad y en buenas condiciones de uso y mantenimiento pueden durar incluso varios años, si bien, a pesar de su robusta construcción, su integridad se puede alterar con el tiempo de uso y otros factores.
Los usuarios deben estar atentos a cualquier señal de desgaste (desprendimiento de partículas, alguna grieta…) y valorar si se requiere la reposición de la pieza. En los casos de deterioro visible la sustitución debe ser realizada.
- Uso del paño
El paño, de fibras naturales, cumple varias funciones importantes en la tecnología quesera.
Si se sigue la técnica del auto escurrido, según sea el diseño del molde, el uso del paño puede ser más o menos prescindible. Esto es lo que ocurre habitualmente con los moldes ranurados que, por el tipo de cuajada y queso que van a albergar, y por la abundante cantidad de ranuras que llevan, pueden prescindir de paño. Sin embargo, haciendo uso de este utensilio se pueden conseguir otras cosas tanto de carácter estético (otro aspecto), como tecnológico.
Con los moldes perforados, es conveniente utilizar paño o tela de quesería de algodón, para un correcto desuerado final de la cuajada y formación de corteza, así como para evitar que la cuajada se pegue al molde, y para facilitar el desmoldeado, evitando que el queso se rompa